Un Universo Inteligente.

Benjamín Afonso Suárez.


De los polos de energía conocidos, desde luego en mayor o menor medida interdependientes, el único inteligente es el del ser humano; desde los microscópicos a las inmensas galaxias y cualquier otra energía o interacción de fuerza, por tanto, adolecen de inteligencia cognoscitiva; si bien como mínimo participan de la inteligencia global del Universo. No obstante, y para evitar confusiones denomino energías a las autónomas o semiautónomas ya enumeradas en el principio de este artículo, como puedan ser desde una microbacteria a una galaxia macroscópica. Y denomino interacciones de fuerza a las grandes infraestructuras de poder que han hecho posible el Cosmos tal cual lo conocemos hoy, una vez y Alguien apretase el interruptor de la creación. Igualmente quiero distinguir el espacio infinitamente vacío, donde van a tener lugar los grandes eventos, de los espacios dimensionalizados; esto es, masas como nuestro planeta, como las estrellas y galaxias, etc. Y nunca está de más aclarar la interpretación del lenguaje, máxime cuando introduzco alguna interacción nueva, e igualmente otros conceptos e interpretaciones distintas de algunos, ya recogidas en mi libro "Mi lectura del Universo".

Así que la inteligencia global cósmica es el resultado de la combinación de Tres fuerzas principales y sus correspondientes efectos, esto es: La constante fija de la gravedad, La energía, unidad concatenada de la nuclear débil, fuerte y el electromagnetismo, más la Característica sensorial fría del Universo con su distintivo color negro; esta última introduce un cambio fundamental en la interpretación del Cosmos como unidad cosmológica, que alcanza a todos los niveles de la Creación. Adjunto foto de un cuadro al óleo cuyo contenido enmarca al distintivo color negro, con puntos blancos circulares representativos del sensorial frío, así como escala gradual de temperaturas a partir de nuestro planeta Tierra.


Regresar a la página principal de la AAGC

 © AAGC