BOOTES, EL BOYERO


 

 

L

Bootes (“el Boyero” en griego), debido a su carácter circumpolar, fue bastante popular en la antigüedad, en concreto su estrella principal, Arcturus, por su brillo (-0.06m, la más brillante, junto con Vega, del hemisferio norte) y su color rojizo. Esta estrella es uno de los pocos astros que aparecen citados en las obras griegas de la época homérica. En la Odisea es la estrella que guía a Ulises (Odisea V, 255), y también aparece en los Trabajos y Días de Hesiodo:

 

             [PRIMAVERA]

Cuando después del solsticio Zeus cumpla sesenta días invernales, entonces el astro Arturo, tras abandonar la sagrada corriente del Océano, mostrándose por primera vez al anochecer se eleva.

 

                                   Trabajos y días, 564-567

 

El nombre Arcturo deriva de la expresión griega que significa “cola del oso”, haciendo referencia a la Osa Mayor, ya que si se prolonga la línea imaginaria formada por el mango del carro de la osa, llegamos a esta estrella. Era usada para predecir el estado de la mar, como nos cuenta Arato:

 

Y uno, encima de su nave, podría prever el invierno, estación de la mar gruesa, con sólo prestar atención al formidable Arturo o a cualquiera de las otras estrellas que surgen del Océano, bien entre dos luces o bien en las primeras horas de la noche.

 

                                   Fenómenos, 744-747

 

Los árabes la llamaron “el Lanzero” (pues esta era la figura que veían en esta constelación) o “La que Mantiene el Cielo”. A veces se le ha denominado la “Estrella de Job”, por una posible alusión aparecida en la Biblia, aunque o más probable es que se refiera a la Osa Mayor. Sin embargo, la primera mención a la constelación entera aparece con Arato:

           

Detrás de Hélice evoluciona, parecido a un conductor, Artofílace, a quien los hombres dan el sobrenombre de Boyero, porque hace el efecto de tocar con la aguijada el Carro de la Osa, y es todo él muy brillante; debajo de su cintura da vueltas, clara entre las demás, la estrella Arturo.

 

                                   Fenómenos, 91-96

 

Vemos que se menciona un nombre alternativo para la constelación: Artofílace, que significa “Guardián de la Osa”, nombre que por extensión se da a la estrella Arcturo, lo que parece que es un resto de una tradición más antigua, antes de que se viese en esta constelación un Boyero. Así, si el nombre Artofílace está ligado a la Osa Mayor según la tradición que ve un oso en esta última, el nombre de Boyero está relacionado con la tradición paralela (según veremos, muy extendida) que ve en la Osa un carro, normalmente tirado por unos bueyes.

 

Cuando Eratóstenes tuvo que crear un mito para Bootes, se hizo eco de la aparentemente más antigua tradición de Artofílace, creada sin duda al extender los mitos relacionados con Arcturo a toda la constelación. En un intento de relacionar los mitos de la Osa, Eratóstenes relacionó a Artofílace con Arcadio o Árcade (Άρκάς), el hijo de Calisto (la Osa Mayor) y Zeus:

 

Se dice que es Arcadio, el hijo de Calisto y de Zeus, y que Licaón, simulando desconocer la identidad del niño, lo despedazó y lo sirvió en un banquete ofrecido en honor de Zeus. El dios, irritado por tal acto de crueldad, derribó la mesa, fulminó su casa y metamorfoseó a Licaón en lobo. Luego recompuso el cuerpo de Arcadio armónicamente y lo elevó al firmamento. Tiene en la mano derecha cuatro estrellas que jamás desaparecen de la vista, una de intenso brillo sobre la cabeza, una brillante sobre cada hombro, una superpuesta a cada una de las tetillas –de luz más intensa la de la derecha- , y debajo de ésta una muy tenue, así como una brillante sobre el codo derecho. Pero la de luz más intensa es la que denominamos Arturo, a mitad de las rodillas, y una también brillante sobre cada pie. Suman un total de catorce.

 

                                   Catasterismos

 

Sin embargo, éste no es ni mucho menos el único mito relacionado con Arcadio, aunque sí el más popular. Otra historia nos habla de Temisto como su madre. Una tradición posterior difundida por Ovidio afirma que Arcadio fue catasterizado por Zeus cuando se disponía a matar a su madre Calisto. Aunque el nombre de Boyero es el más popular en la actualidad, el de Artofílace se ha mantenido en algunas culturas, como en Alemania, donde a esta constelación se la llama popularmente Bärenhüter, “el Guardián de los Osos”.

 

Por lo tanto, podemos atribuir un origen griego a esta constelación, aunque el mito del Boyero está conectado con la tradición de origen desconocido, probablemente mediterráneo, que ve en las Osas unos carros.

 

En Mesopotamia esta constelación estaba identificada con Enlil (también Ellil para los semitas), en concreto, la constelación era llamada Shupa: “Enlil, que determina la aptitud de la montaña Kur”. Enlil era  el dios supremo sumerio, dueño de las Tablillas del Destino que rigen la vida de los hombres, divinidad principal de la tríada formada también por An (o Anu), dios del cielo que ocupó el lugar principal entre los dioses en una época anterior, y Enki (o Ea), dios de la sabiduría y de las aguas, incluidas las que soportan la tierra habitada. Enlil representaba el poder en su estado puro, por lo que era un dios distante y a veces brutal. Él es quien decide exterminar a la humanidad con el Diluvio, mientras que Ea es quien avisa a Atrahasis (uno de los nombres del Noé mesopotámico) para que construya un barco donde pueda refugiar a todas las especies. Los monarcas sumerio-acadios dedicaban ofrendas a Enlil, especialmente en su santuario principal situado en Nippur, llamado el Ekur, que a su vez estaba representado en el cielo a través de la constelación de Hércules. Los sumerios asignaban a Enlil una “puntuación divina” de cincuenta, reservando el máximo de sesenta (según el sistema de puntuación sexagesimal creado por ellos) para An. Posteriormente, debido a la infiltración de diversos pueblos semitas (amorritas, arameos,…) a lo largo del segundo y primer milenio a.C., la tríada astral divina semita (Shamash, el Sol; Ishtar, Venus; y Sin, la Luna) iría creciendo en popularidad durante todo el segundo milenio, poniéndose al mismo nivel que la tríada de dioses ctónicos sumerios. El ascenso de Babilonia como potencia con Hammurabi hizo que el papel de dios principal pasase a Marduk, dios local de Babilonia, que asumió formalmente todos los poderes de Enlil. Con el auge del imperio asirio (siglo VIII-VII a.C.), se popularizó una nueva tríada formada por Ashur, dios local de Assur (la capital histórica de Asiria) que fue elevado a dios principal gracias a un proceso análogo al de Marduk,  el propio Marduk, y Nabu, dios de la sabiduría y los escribas, originario de la ciudad de Borsippa, que fue relacionado con Marduk haciéndolo hijo de éste.

 

 

Nombres de las estrellas:

 

α  Boo (-0.06m): Arcturus, Arturo (ver arriba). También Haris As Sema.

 

 β Boo (3.48m): Nekkar, de Al Baqqar, en árabe “Boyero”. También Merez, Meres.

 

 γ Boo (3.05m): Seginus o Ceginus nombre que aparentemente llegó a designar a toda la constelación. También conocida como Haris.

 

ε Boo (2.37m): Mirak, Mirach, Mizar o Izar, de Al Izar, en árabe “Taparrabo” o “Cinturón”.  También se la conoce bajo el nombre latino de Pulcherrima, “la más bella”.

 

η Boo (3.69m): Muphrid, Mufrid, Mufride del árabe antiguo Al Mufrid al Ramih, “Estrella Solitaria del Lancero”.

 

μ Boo (4.3m): Alkalurops, “el que se apoya sobre la cayada”.

 

 θ Boo (4.05m): Asellus Primus.

 


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