LIRA

 

Daniel Marín Arcones


Esta pequeña constelación destaca principalmente por su estrella principal: Vega, la quinta más brillante del cielo. Podemos verla en la bóveda celeste junto a otras dos constelaciones famosas como son el cisne y el águila.  En concreto, como todo astrónomo aficionado sabe, las tres estrellas más brillantes de estas constelaciones (Vega, Deneb y Altair) forman el llamado "triángulo de verano".

 

Lira (Cartes du Ciel)

 

La Lira aparece por primera vez con Arato, quien la relaciona con la vecina constelación del Cisne, "el Ave", según la denominaba:

Además está el caparazón, que es débil. A éste Hermes, todavía en la cuna, lo agujereó y decidió que se llamase Lira; después la introdujo en el cielo y la colocó delante de la Imagen Desconocida. Éste, caído sobre sus piernas, la roza ligeramente con la rodilla izquierda: al otro lado gira el extremo de la cabeza del Ave; y la Lira ha sido fijada entre la cabeza del Ave y la rodila.

                                   

                            Fenómenos, 268-275

Arato hace referencia al antiguo mito que hacía de Hermes, el Mercurio romano, el creador de la lira a partir de un caparazón de tortuga. La misteriosa Imagen Desconocida que menciona no es otra que Heracles (Hércules). Eratóstenes usaría el mismo mito de Arato al referirse a esta constelación:

Esta constelación ocupa el lugar noveno, representa la lira de las Musas. Este instrumento musical fue inventado por Hermes a partir del caparazón de una tortuga y de los cuernos de las vacas de Apolo; tenía siete cuerdas, en honor de las hijas de Atlas. Se la entregó a Apolo, quien después de entonar un canto con ella se la regaló a Orfeo, el hijo de Calíope, una de las Musas que amplió el número de cuerdas a nueve en honor de las Musas, mejorando con mucho la lira. Orfeo fue muy apreciado entre los hombres, hasta el extremo que se sospechaba que embelesaba a las fieras y hasta a las piedras con su canto. Orfeo dejó de honrar a Dioniso y empezó a venerar a Helio como si fuera el principal dios, al que también llamaba Apolo. Una noche se desveló y al amanecer se dirigió al monte Pangeo para contemplar la salida del Sol, a fin de ser el primero en ver al dios Helio. Ésta fue la causa de que el dios Dioniso, irritado, azuzara contra él a las Basárides1 (así lo cuenta el poeta Esquilo), que lo despedazaron y desperdigaron cada uno de sus miembros. Más tarde las Musas los reunieron y les dieron sepultura en un lugar llamado Libetra. Como no sabían a quién asignar la lira, pidieron a Zeus que la transformara en una estrella, a fin de que permaneciera en el firmamento como recuerdo del poeta y de ellas misma. Zeus accedió y allí fue colocada. Como testimonio de la desgracia que le ocurrió a Orfeo, esta constelación se oculta en determinados momentos. Tiene una estrella cada uno de los peines, también una sobre cada uno de los extremos del codo, una más sobre cada uno de los hombros, una sobre el puente y otra más de intenso brillo blanco sobre el dorso. Suman un total de ocho estrellas.

                                  Catasterismos

 

Notas:

            1) Mujeres dedicadas al culto del dios Dioniso.

 

Aquí Eratóstenes menciona al principio una misteriosa numeración de las constelaciones que nos es desconocida. Posteriormente relaciona esta constelación con las Musas y con Orfeo.

 

En Mesopotamia esta constelación era vista como Uz, "la cabra" y Vega se denominaba Lamma.

 

Lira en Mesopotamia

 

 Nombres de las estrellas:

 

 

α Lyr (0.0m): Vega, Wega, Fidis, Estrella del Arpa.

β Lyr (3.45m): Shelliak o Shilliak.

γ Lyr (3.24m): Sulaphat.


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