Pensamiento filosófico



Escéptico y agnóstico (no muy lejano del ateísmo)


Christian H.R. Nitschelm





Philosophical thought: Sceptic and agnostic (relatively near atheism)


Abstract in English language

Due to my personal experience in the field of philosophy and due to my unsatisfactory contacts with religious believes as an adolescent, then as an young adult, I must admit I do not believe anymore in any religious dogma. I can now define myself as a sceptic and as an agnostic, relatively near atheism. Indeed, I have no idea if any god and/or goddess could really exist, but I rather have the impression this should not be the case, due to the dark side of the human being behaviour, especially the very ugly one of religious believers among centuries. If there is any god/goddess, he/she must be so far, so distant and so different (far worse than any alien!!!) that it would be impossible to detect him/her. But, anyway, even if the philosophical notion of god is remaining transcendental, the human being history is clearly showing that any religious dogma was (and still is!) in fact an "excellent" oppressive system for a class of dominants (priests, imams, gurus, marabou's, etc.) over a multitude of (almost) slaves, whereas the religions were (and still are!) principally used by the dominants and/or by the political leaders (Pope, kings, dictators, governments, etc.) for maintaining people in slavery inside an archaic and feudal system, and this, more or less everywhere. Is religion only a mental disorder?


Or, in other words: No God(s), no religion, no problem, and a much better and more pleasant life...


Following the point of view of Pierre Simon, Marquess of Laplace: God is an useless hypothesis in science...


And, finally, the famous old anarchistic principle is somewhere really appropriate: Neither God, nor master!







"¡Este loco que pretende transformar toda la astronomía! Pero, como lo está declarando la Sagrada Escritura, es al Sol y no a la Tierra que Josué dio el orden de pararse." Martin Lutero, hablando de Nicolás Copérnico (1539).





¿Por qué puedo reconocerme como escéptico?


Escepticismo: No admitir una afirmación o un dogma, sobre todo cuando ellos no pueden verificarse o carecen de fundamentos, sin realizar un examen crítico.


Un científico honesto no puede aceptar, en ningún caso, una afirmación sin tener una demostración, en verdadero o en falso. Esta simple observación explica porque las religiones y las ciencias falsas, que procedan mucho más del dogma o de la creencia que de la reflexión racional, no pueden estar juzgadas aceptables de un punto de vista científico. El escepticismo es entonces de rigor por lo que las concierne.


No obstante, es bien obvio que, si un dogma puede estar religioso o sectario, puede también estar científico. La historia de las ciencias abunda de teorías habiendo terminadas como dogmas. Por ejemplo, el modelo de universo propuesto por el filosofo Aristóteles ha sido dogmatizado durante numerosos siglos, en particular por ciertos pensadores musulmanes y cristianos, antes que las observaciones astronómicas de Tycho Brahe lo destruyan al final del siglo XVI. Más recién, la elegante teoría del Big Bang, que da actualmente la mejor explicación a propósito del origen y de la evolución global de nuestro Universo, ha sido presentada de manera demasiada frecuente como una certidumbre o un casi dogma a lo largo del siglo XX, lo que ha perjudicado a menudo a su credibilidad (ver el artículo en inglés, formato pdf, de M. J. Disney sobre el tema). Como astrofísico, debo confesar que estoy un poco escéptico a propósito de esta última teoría, aunque estoy reconociendo con mucho gusto que es, de lejos, la mejor y la más elegante explicación del origen de nuestro Universo.

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El escepticismo es entonces una manera de vivir y de trabajar en investigación científica.



¿Qué significa una posición agnóstica?


Aun si eso podría disgustar a los mojigatos, a los santurrones, a los fundamentalistas y a los fanáticos más integristas, no tengo la menor inclinación a creer en la existencia de una divinidad cualquiera y ¡debo confesar que eso no me da ningún trauma!


Para hablar de otra forma, la existencia o la no-existencia de una divinidad me deja indiferente...


Esta indiferencia en relación a la noción de divinidad es la base de mi posición agnóstica.


Puedo entonces vivir (¡muy bien!) sin afiliarme a una creencia cualquiera.


Puedo admitir sin problema que la afiliación a una creencia cualquiera o a un corriente religioso sea indispensable a la mayoría de los seres humanos viviendo actualmente o habiendo vivido en la Tierra. Pero, me parece ser totalmente inadmisible que ciertas creencias puedan generar corrientes fundamentalistas y/o fanáticos por quienes el crimen no es nada sino un medio dentro de otros para (con)vencer. Así, no puedo aceptar ni el fanatismo estúpido y la santurronería, ni el proselitismo (que sea religioso, sectario o aun político) y el espíritu misionario, y tampoco la voluntad de imponer sus creencias al prójimo, especialmente con el uso de la fuerza.


Sin embargo, está bien claro que mi pensamiento está basado sobre la tolerancia. Cada uno tiene el derecho inalienable de creer en lo que quiere, que no hay ninguna divinidad, que tiene existencia un dios único o que nuestro universo está poblado de una multitud de omnipotencias...


En particular, acepto con mucho gusto que no existe solamente el lado oscuro dentro de la creencia religiosa y que al comportamiento de los creyentes no es siempre detestable y mortífero. De hecho, algunos de ellos pueden tener una vida ejemplar basada sobre el respecto del prójimo et la tolerancia, aun la abnegación y la entrega de sí mismo. Asimismo, ciertas iglesias han sabido hacer evolucionar su doctrina hacia un lado más humano y menos sanguinario...


No obstante...



Las religiones y sus malas acciones.




No obstante, las religiones y sus dogmas asociados aparecen más generalmente como siendo puras invenciones humanas, lo más frecuente muy malas y malsanas, incluso muy peligrosas, por la plenitud del ser humano o por la evolución constructiva de las civilizaciones, aun si, en ciertos casos, las consecuencias pueden estar beneficiosas (eso fue el caso del Islam durante la Edad Media por lo que concierne el desarrollo de las ciencias, por ejemplo).


Las ideas religiosas (o, también, las ideas sectarias) tienen un efecto demasiado frecuentemente nefasto, incluso perverso, sobre los individuos. Así es del rechazo de la sexualidad, la cual está presentada demasiadas veces como siendo algo de bestial y/o como una ofensa a Dios por la mayoría de las iglesias cristianas, y también por otras religiones. El celibato y la castidad están presentados a menudo como siendo fuentes de gloria a los ojos de la divinidad (¿por qué? ¡misterio!).


Aun peor, el cristianismo, por lo menos en su versión dominante, el catolicismo, ha inducido una desviación repugnante y culpable, el amur desmedido de ciertos sacerdotes por los niños varones jóvenes (¡el "deben dejar los niñitos venir a mi" de los evangelios, interpretados un poco demasiado literalmente por estos mismos sacerdotes!) ¿Qué es eso, sino otra vez una mala acción asquerosa, y aun criminal, de la religión? De todo modo, tenemos aquí un efecto muy perverso de la llamada castidad católica, la cual induce claramente una desviación despreciable y imperdonable, la pedofilía...


De eso el famoso precepto aplicable a todas las religiones: ¡Hagan lo que digo, no lo que hago!


Asimismo, las reglas religiosas están utilizadas demasiadas veces para culpabilizar los creyentes, especialmente con la introducción de la noción (¡realmente muy extraña!) de pecado (capital o no), entonces de desobediencia en la voluntad de Dios, incluso de separación con la divinidad. Quieren hacernos creer que lo que no está admitido por el dogma es contrario a código de buena conducta del individuo, impuesto por la jerarquía religiosa. Qué hay de mejor, entonces, que la introducción de un sentimiento fuerte de culpabilidad contra el dios o la diosa, a través de una serie de prohibiciones no siempre justificados, y tampoco justificables...


Finalmente, detrás del supuesto mensaje de amor / caridad del cristianismo se esconde el odio de sí mismo, evidente dentro de la doctrina católica y más difusa, pero igual de importante en su violencia, dentro de las doctrinas de las iglesias evangélicas más integristas (las que nos vienen de Estados Unidos, lo más generalmente). El estado de felicidad perfecta es lo que encontrara el creyente después de su muerte, y entonces una búsqueda inconsciente de ella, por sí mismo o por los enemigos de Dios (los heréticos, les ateos, etc.)... Y, a eso, se agregan las simpatías poco confesables, incluso realmente detestables, por las ideas de la derecha extrema, incluso las ideologías fascistas y antidemocráticas (¿teocráticas?), que demasiados numerosos creyentes, especialmente católicos y evangélicos, parecen haber adoptado con mucha complacencia. ¿Un dos de amor? ¿De verdad? Mientras tanto la derecha extrema propaga (¿predica?) el odio del otro, del extranjero, y entonces de todo lo que es diferente...


La historia está poblada de masacres et de crímenes (rituales o no) cometidos al nombre de la fe religiosa. Enumerarlos aquí sería fastidioso, pero es suficiente de recordar que, disfrazado de fe cristiana, se cometió mucho más exacciones horribles (¡cierto, durante diecisiete siglos!) que por Stalin y Hitler reunidos (¡y, de hecho, estos dos personajes muy detestables eran muy fuertes a este juego!).


Aun si hablar de los numerosos masacres cometidos al nombre de una fe religiosa, parece muy claro que la idea de religión proceda más de la dominación de un grupo de dominantes (sacerdotes, imames, gurús, morabitos, etc.) sobre una multitud de dominados dentro de un mundo de carácter arcaico y feudal que de la estricta aplicación de los derechos del hombre y de la mujer. La posición subalterna de las mujeres en varios países musulmanes, y especialmente dentro de los más integristas es una triste demonstración de eso. En Francia, durante el "Ancien Régime" (durante el siglo XVIII, antes de la Revolución Francesa), los campesinos estaban mantenidos en una media esclavitud por el poder real, mientras tanto este estatus estaba impuesto por la poderosa clerecía de esta época como siendo de esencia divina...


De otra parte, una religión no es realmente más que una secta que tuvo éxito, lo más frecuente a costa de otras creencias. Desde que una religión se vuelve dominante, los padres fundadores van a buscar para eliminar las creencias paralelas, a menudo por la eliminación física de todos los que no piensen como ellos. La historia de la iglesia católica es bastante ejemplar a propósito de eso, los miembros de las iglesias paralelas habiendo sido exterminados por vías tortuosas, pero declaradas legales, como pueden testificar las numerosas hogueras puestas por los secuaces de la muy santa inquisición para ayudar los heréticos a volver en el camino recto de la fe católica...


De hecho, las religiones no tienen mucho que ver con la idea misma de divinidad, la cual es lo más frecuentemente presentada como un ser en el fondo muy bueno, a veces indiferente, raramente muy malo. Pero la divinidad en cuestión queda siempre de manera sorprendente muy distante y remota, sin acción detectable, aun si los dominantes de la creencia encantarían hacernos creer lo contrario...


Aun si el teléfono celular, la televisión, el futbol y, de manera menos evidente, el rugby se están convertidos en drogas duras de las cuales la mayoría de la gente está ahora muy dependiente (lo que induce por otra parte comportamientos muy extraños, a veces destructores) y aun si las ideas marxistas no se revelaron aplicables, la religión (¡la cual que sea!) queda todavía y siempre "el opio del pueblo", según la fórmula famosa de Karl Marx. El espíritu crítico y la lucidez desaparecen con demasiada facilidad a frente de la creencia...


Estos comentarios explican porque no puedo hacer nada más que rechazar todas las creencias religiosas (¡las cuales que sean!) y sectarias (¡generalmente más excesivas, todavía!) como siendo de origen humano y, demasiado frecuentemente, malas y malsanas.




El concepto de divinidad nos transciende.


Por otra parte, al nivel filosófico, le concepto de existencia de una o de varias divinidades queda una noción transcendental, lo que significa que no es del dominio del posible de probar o de invalidar esta idea por una demostración razonada. Más específicamente, no es posible de probar científicamente la existencia o la no-existencia de una cualquiera divinidad o de un grupo de divinidades, cual que sea el nivel alcanzado por el corpus de los conocimientos humanos. Así, me parece bien evidente que, muy probablemente, el concepto de divinidad no será jamás accesible al raciocinio racional de la especie humana y, entonces, quedara una noción transcendental.


Este último comentario explica el porqué de mi posición agnóstica.


Al nivel de la transcendencia del concepto de divinidad, se puede leer con mucho beneficio el texto fundamental del filósofo Immanuel Kant dentro de su obra Critica de la Razón Pura (1781), páginas 355 a 387.



¿Muy cercano del ateísmo?


No obstante, y después de largas reflexiones sobre este tema, debo confesar que mi pensamiento está más orientado hacia la idea de la ausencia de cualquiera divinidad y que nosotros, pobres humanos, estamos bien solitos en el Universo (¡por lo menos en el Sistema solar!), abandonados a nuestra suerte (¡buena o mala!), lo que, por otra parte, podría quizás dar una explicación parcial al comportamiento destructor de ciertos (y demasiados numerosos) seres humanos...


Me estoy entonces considerando como siendo muy cercano del ateísmo, pero sin poder realmente reconocerme dentro de este corriente filosófico de pensamiento, debido a la transcendencia del concepto de divinidad al nivel filosófico.


Así, siguiendo el punto de vista de Pierre Simon, Marqués de Laplace, Dios es una hipótesis absolutamente inútil al nivel del desarrollo de las ciencias, lo que implica logicamente que los científicos no la necesitan en nada... Por cierto, es igualmente una hipótesis absolutamente inútil por lo que concierne la vida de cada día...


Por otra parte, el surgimiento del islamo-fascismo y la ola de atentados asociada no peuden nada sino reforzarme dentro de mi análisis, incluso inclinar mi opinión hacia el lado del puro ateísmo, Dios permaneciendo sorprendentemente mudo, incluso ausente, al frente a los horrores cometidos en su nombre por miserables fanáticos indignos de ser nombrados seres humanos...


Y entonces, finalmente, la vieja y famosa doctrina anarquista tiene todavía algo de muy pertinente: ¡Ni Dios, ni amo!



¿Cómo me convertí en un agnóstico, casi ateo?


No podría terminar esta disertación sin explicar cómo mi camino intelectual me ha llevado a esta posición filosófica.


Naci dentro de una familia protestante bastante practicante, con un origen de la región de Alsacia, Francia. Como niño, he sido educado de manera muy natural en la fe cristiana, escuela del domingo, culto protestante, etc., dentro de una doctrina bastante tolerante y abierta al mundo exterior, en el seno de la iglesia reformada de Roanne, Loire, Francia. Al final de la niñez, había entonces adquirido un bueno conocimiento de los textos bíblicos.


Al principio de la adolescencia, he sido puesto en contacto con medios evangélicos norteamericanos implantados en Francia (más precisamente en el Castillo de Saint Albain, Saône et Loire), siguiendo en eso mi hermano mayor. La carencia flagrante de espíritu critico (especialmente a propósito de las numerosas incoherencias presentes dentro de los textos bíblicos, en particular en la Génesis y en los evangelios), las ideas grilladas y inaceptables (como, entre otros idioteces, el creacionismo literalista "Young Earth" (¡desde lejos lo más retrogrado y fijista!), la predestinación (¡Dios sabia antes de su nacimiento si sería salvado / salvada o no!), el determinismo divino, entonces absoluto, los delirios milenaristas y apocalípticas o la inminencia del avenimiento de un hipotético reino de Dios en la Tierra, seudo-acontecimiento siempre anunciado por un futuro muy cercano, al creer el discurso de los chantres de las iglesias evangélicas las más extremistas, ¡y de hecho jamás realizado, después casi veinte siglos de cristianismo!), los discursos extremistas (¡incluso fanáticos!), la negación de la sexualidad y su asimilación a una ofensa contra Dios, las derivas a veces (¡demasiado frecuentemente!) sectarias de esta iglesia evangélica de los supuestos "hermanos" (¿¡!?), el comportamiento dudoso y la estrechez de mente de ciertos miembros me han rápidamente convencido de la inepcia del dogma evangélico y han contribuido mucho a mi rechazo de la fe cristiana, efectivo desde la edad de dieciséis años.


En total contradicción con el discurso de supuesta caridad cristiana, el comportamiento aberrante de demasiados numerosos cristianos ("hagan lo que yo digo, pero no lo que estoy haciendo") no ha sido sin incidencia por lo que concierne mi abandono definitivo y sin vuelta de la fe cristiana. Extrayendo dentro de mis recuerdos de juventud, me acuerdo la actitud muy poca caritativa (¿realmente detestable?) y en ningún caso fraternal del señor R..., autoproclamado cristiano evangélico y/o luterano (de hecho, este hombre terminó su carrera como misionario cristiano en Sudáfrica!), alsaciano poco cómodo y muy antipático quien vivió en La Meinau, al sud de Estrasburgo, y quien era, por mi desgracia, el padre de la bella Joëlle de la cual estaba muy enamorado durante el verano 1975. De hecho, este señor no encontró nada de mejor a hacer que pedirme de salir inmediatamente de su casa, sin ninguno otro motivo que lo del tamaño de mi pelo, mientras tanto había recorrido varias centenas de kilómetros solamente para poder ver de nuevo mi evanescente dulcinea del momento. Por el hombre joven que era a esta época, este tipo de comportamiento, absolutamente imperdonable y a varias años-luz del discurso cristiano que había podido escuchar en el seno de la iglesia reformada de Roanne, y después durante mis pasos en el Castillo de Saint Albain, no puede hacer otra cosa que consolidar mi rechazo radical de este tipo de creencia, la dureza de esta persona me apareciendo como siendo absolutamente inexcusable, debido a su creencia furiosa en un supuesto dios de amor fraternal. Se debe notar que, según Joëlle, su madre habría sido de hecho responsable de mi expulsión del hogar de la familia R..., pero eso no excusa por nada este señor cuya actitud incalificable ha sido, por otra parte, parcialmente responsable de mi rechazo definitivo de la fe cristiana...


Paralelamente a estas experiencias pocas enriquecedoras, incluso detestables, he tenido la oportunidad de iniciar estudios científicos en el liceo, lo que me ha permitido de forjarme un sólido espíritu crítico, especialmente durante los dos últimos años (clases de "première" y "terminale"). El curso de filosofía de la clase de "terminale" me ha permitido de abrir los ojos sobre diferentes corrientes filosóficos, desde Platón hasta Karl Marx, sin olvidar Aristóteles, Diógenes, Pirrón, Epicuro, Lucrecio, Sextus Empiricus, Descartes, Leibniz, Hume, Kant, Nietzsche (¡y su famoso "Dios está muerto"!) y Sartre, para citar solamente los más importantes (con la notable excepción de los filósofos estoicos (¡y cristianos!) cuyas ideas se encuentran completamente extranjeras a las mías), y de iniciar una atingencia sobre la relatividad de las ideas evangélicas y, más generalmente, cristianas, así que, según mi opinión, sobre su valor ético débil. Mi interés por las ideas filosóficas nació a esta época.


Al nivel universitario, mis estudios en matemática y física, y después en astrofísica, me han permitido de precisar mi pensamiento, después de una atingencia de larga duración, y de rechazar todas las creencias y religiones o sectas cualquieras como siendo engañifas, incluso inepcias. La lectura de numerosas obras filosóficas no ha hecho nada más que fortalecer mi opinión...


Entonces, desde largo tiempo atrás, he terminado alcanzando la posición filosófica que estoy reivindicar actualmente, en la ocurrencia el agnosticismo muy cercano del ateísmo. No puedo demostrar la existencia o la no-existencia de la divinidad, pero esta problemática no mi interesa. No obstante, tendría más tendencia de pensar que no hay ningún dios y que estamos entregados a nosotros mismos, por el mejor o por lo peor... Ningún dios, ningún diablo, solamente el ser humano, con sus calidades y sus defectos, con su bondad y su maldad...


Después de todo eso, y si se necesitaría todavía une nueva confirmación de las mentiras y de la hipocresía destiladas por demasiados numerosos creyentes y otros adeptos de una doctrina religiosa rígida y inepta, he recibido algunos años atrás una prueba flagrante en forma de golpe. De hecho, había sido reclutado como profesor de astronomía en el ámbito de una universidad llamada católica, y entonces privada, según un contrato permanente, lo que, para mí, significaba bien evidentemente hasta la jubilación. Sin embargo, apareció finalmente que no se puede creer lo que dice un creyente, y especialmente un dirigente de una universidad llamada católica, este individuo, quien tenía siempre las palabras dios y religión a la boca, habiendo firmado con alegría el fin brutal de mi contrato, así que lo de un otro colega, antes de tiempo y sin ninguna razón aceptable. Después de investigar sobre el porqué de esta injusticia y un año y medio de juicios ganados contra mi ex-universidad por despidos abusivos, apareció que las razones reales de nuestro ex-empleador no estaban conectadas de ninguna manera con la calidad de nuestro trabajo de enseñanza y de investigación científica, pero que se derivaban solamente de una historia tenebrosa y turbia de plata, de chanchullo político y de abuso de poder. ¿Cómo un ferviente católico, como lo estaba afirmando ser este dirigente, podía todavía mirarse en un espejo y osar hablar de su dios sin vergüenza, mientras tanto actuaba de manera miserable y despreciable, a años-luz de lo que preconizaba? Es un gran misterio para mí, pero eso muestra bien claramente la hipocresía y las mentiras que reinen dentro de las esferas religiosas, y especialmente en el seno de la jerarquía católica…



¿Cuál divinidad elegir, en este caso? ¿Todas? ¿Ninguna?


Y el hombre prehistórico dijo "¡Qué los dioses prehistóricos sean!", y los dioses prehistóricos fueron...


Y el hombre prehistórico saqueó, violó, mató y exterminó en los nombres de los dioses prehistóricos...


Y los antiguos egipcios dijeron "¡Qué Amón-Ra, Seth, Osiris, Isis, Horus, Ptah, Sekhmet, Bast y los otros dioses sean!", y Amón-Ra, Seth, Osiris, Isis, Horus, Ptah, Sekhmet, Bast y los otros dioses fueron...


Y los antiguos egipcios saquearon, violaron, mataron y exterminaron en los nombres de Amón-Ra, de Seth, de Osiris, de Isis, de Horus, de Ptah, de Sekhmet, de Bast y de los otros dioses...


Y Akenatón dijo "¡Qué Atón sea!", y Atón fue...


Y Akenatón no tuvo el tiempo de saquear, violar, matar y exterminar en el nombre de Atón, porque murió joven...


Y los antiguos hindús dijeron "¡Qué Brahma, Visnú, Shivá, Kali, Krishna, Ganesha y los otros dioses sean!", et Brahma, Visnú, Shivá, Kali, Krishna, Ganesha y los otros dios fueron...


Y los antiguos hindús saquearon, violaron, mataron y exterminaron en los nombres de Brahma, de Visnú, de Shivá, de Kali, de Krishna, de Ganesha y de los otros dioses...


Y los antiguos griegos dijeron "¡Qué Zeus, Poseidón, Ares, Apolo, Atenea, Afrodita, Heracles y los otros dioses sean!", y Zeus, Poseidón, Ares, Apolo, Atenea, Afrodita, Heracles y los otros dioses fueron...


Y los antiguos griegos saquearon, violaron, mataron y exterminaron en los nombres de Zeus, de Poseidón, de Ares, de Apolo, de Atenea, de Afrodita, de Heracles y de los otros dioses...


Y los antiguos romanos dijeron "¡Qué Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Marte, Venus, Mercurio, Hércules y los otros dioses sean!", y Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Marte, Venus, Mercurio, Hércules y los otros dioses fueron...


Y los antiguos romanos saquearon, violaron, mataron y exterminaron en los nombres de Júpiter, de Saturno, de Urano, de Neptuno, de Marte, de Venus, de Mercurio, de Hércules y de los otros dioses...


Y los levitas, sacerdotes de los antiguos hebreos, dijeron "¡Qué Jehovah, dios de Israel, sea!", y Jehovah, dios de Israel, fue...


Y los antiguos hebreos, guiados por sus sacerdotes, saquearon, violaron, mataron y exterminaron en el nombre de Jehovah, dios de Israel...


Y los primeros cristianos dijeron "¡Qué Dios el Padre, Jesús Cristo y el Espíritu Santo sean!", y Dios el Padre, Jesús Cristo y el Espíritu Santo fueron...


Variante: Y Jesús dijo "Yo soy el mesías esperado que viene al nombre del Padre para salvar los pobres pecadores que son ustedes, etc.". Y Jesús terminó crucificado sobre una cruz porque era de hecho un pequeño agitador religioso sin importancia de una provincia pérdida del Imperio Romano...


Otra variante: Y el mismo Jesús dijo "Dejad que los niñitos vengan a mí". Y ciertos sacerdotes católicos se convirtieron en pedófilos siguiendo un poco demasiado a la letra la palabra de su dios...


Y los cristianos saquearon, violaron, torturaron (especificidad bien cristiana), mataron y exterminaron a gran escala durante numerosos siglos en los nombres (del amor) de Dios, de son hijo Jesús y del Espíritu Santo, incluso en lo de la Virgen María o en los de los numerosos santos supuestamente poblando el Paraíso...


Y Mahoma dijo "¡Qué Alá sea!", y Alá fue...


Y los musulmanes saquearon, violaron, mataron y exterminaron en el nombre de Alá (pero un poco menos que los cristianos, los cuales poseen sin ninguna ambigüedad la palma en la materia, ¡muy probablemente por pura caridad cristiana!), pero no olvidaron de torturar con delectación algunos infieles para no perder la mano...


Y la más alta autoridad de la Santa Iglesia dijo "¡Qué la Santa Inquisición sea!", y la Santa Inquisición fue...


Y la Santa Inquisición organizó numerosos juicios en herejía y hizo torturar y quemar vivos centenas de miles de herejes y de inocentes por la salvación de sus almas pecadoras y por la más alta gloria de Dios...


Y los oligarcas, los dominantes, los sacerdotes de todas las naciones vieron durante todos los tiempos que los dios eran muy útiles para crear religiones opresivas y inhumanas, así que para esclavizar los pueblos y para transformar los seres humanos dominados en ganado obedecedor et sumiso, reduciendo a nada cada veleidad de independencia y aniquilando el espíritu crítico de cada individuo...


Y hubo numerosas guerras de religiones, por la más alta gloria de los dioses concernidos...


Y los fanáticos de todos los orígenes y otros inquisidores patentados, más especialmente en la casa de los católicos, pero igualmente en la casa de los cristianos más generalmente, incluso en la casa de los musulmanes, quemaron con alegría los libros y otras obras de todos los que puedan emitir una cualquiera duda sobre la veracidad absoluta de los dogmas religiosos dominantes, en gigantescos autos de fe purificatorios, tales sacrificios expiatorios ofrecidos a un dios de ira y de odio. Y este rito de pura intolerancia estuvo retomado por numerosas dictaduras fascistas y par los nazis en lo más fuerte de su delirio...


Y numerosos fanáticos religiosos, al principio principalmente cristianos, y después musulmanes, también, mostraron al mundo su intolerancia flagrante y inaceptable con amenazas de muerte por las raras personas animadas de suficiente de espíritu crítico para osar denunciar las malas acciones de las religiones monoteístas y de sus adeptos...


Y Rael dijo "¡Qué los Elohim sean!", y los Elohim fueron...


Y los raelianos se convirtieron en pedófilos, no pudiendo, durante la segunda parte del siglo XX, hacer como sus predecesores, saquear, violar, matar, exterminar, incluso torturar, en el nombre de los Elohim..


Y Ron Hubbard dijo "¡Qué la Cienciología sea!", y la Cienciología fue...


Y la Cienciología se convirtió en la secta la peor y la más peligrosa y los cienciólogos no hesitaron a usar el crimen para eliminar sus oponentes...


Y estoy olvidando varios casos, dentro de los mejores...


¿Cual divinidad puede, entonces, quedarse un poco verosímil al frente de tanto odio y de hosquedad de los seres humanos?




Para leer un poco más sobre este tema: Escepticismo, agnosticismo y ateísmo



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Este documento ha sido realizado por Christian Nitschelm