Fiesta de las estrellas Las Majadas 2012.
Fin de semana de observación astronómica y naturaleza. Un evento abierto a todos, con actividades para toda la familia. No se requiere experiecia previa.
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En el LPOD del 30 abril 2012, "La Luna en Español" Charles Wood comenta esta web.
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En BloGeo, el Blog de la Facultad de Ciencias Geológicas de la UCM, también comentan esta web: "Observar el cielo" con Patricio Domínguez
Y en el Blog Ciência e Tecnologia (Brasil): A Lua Em Espanhol
La geología de la región de las colinas de Marius es muy compleja. Este campo de domos volcánicos es el mayor de la luna. Se sitúa en el SW de Oceanus Procellarum, cerca de los cráteres Reiner y Marius, este último es el que da el nombre a esta región. En el complejo se encuentras más de 300 domos y conos volcánicos, junto con valles volcánicos (rima), canales, así como abundantes depósitos de piroclastos.
Complejo volcánico de Marius. Imagen: Patricio Domínguez.
En general, los edificios volcánicos del complejo de las colinas de Marius son más escarpados, abruptos e irregulares que los domos de otras regiones lunares. En la región podemos encontrar grandes domos, de 3 a 10km de diámetro que tienen un contorno irregular y con alturas de unos pocos cientos de metros, pero también encontramos otro tipo de domos de menor tamaño, de contorno redondeado, con laderas muy escarpadas y con diámetros de 1-2 km y de hasta 1000m de altura. Siendo estrictos, estos ultimos mas que domos (pequeños volcanes de escudo), son conos.
En el complejo volcánicos de Marius se han catalogado en torno a 300 edificios volcánicos. Si bien, los criterios para considerar un domo como tal son variables. Un reciente estudio cita 239 domos (Srisutthiyakorn et al. , 2010) y comenta que han reducido el número previo de 321 dado por otros autores pues en ocasiones se han contabilizado estructuras secundarias, coalescentes, como independiente.
Los edificios volcánicos del complejo de Marius además con peculares tanto por su entorno como por su composición. A diferencia de los domos producidos por procesos volcánicos no vinculados a los mares que suelen producirse en las regiones de tierras altas o cerca de los límites con los mares (como los domos de Gruithuisen), el complejo de las colinas de Marius se encuentra situado en una meseta completamente rodeada por los materiales basálticos de Oceanus Procellarum. De hecho, incluso la composición de los edificios volcánicos de la región de Marius es similar a la de los mares que la rodean. Además, a diferencia de los domos de otras regiones, los de la región de Marius suelen carecer de cráter o chimenea en su cumbre.
Detalles observables en el complejo volcánico de las colinas de Marius. La imagen de Reiner Gamma se ha añadido para entender mejor la situación del complejo.
Complejo volcánico de Marius y Reiner Gamma mostrando su característica textura "en piel de naranja". Imagen toma en infrarrojo.
Se ha propuesto que las primeras erupciones de este complejo eran de lavas con un origen profundo, procedentes del manto y ricas en gases, lo que generaría un abundante manto de piroclastos, creando los conos más redondeados y de laderas más abruptas. El resto de los edificios volcánicos sería posterior y debieron producirse mediante lentas erupciones de lavas de baja de temperatura, de alta viscosidad y posiblemente con un contenido elevado de cristales minerales. Tambien se ha observado que los edificios volcánicos de Marius son poligénicos, generados por varios diferentes procesos superpuestos (Lena et al., 2009). Por otro lado, los valles volcánicos (rima) son características de altas tasas de efusión, lavas de baja o muy viscosidad y de alta temperatura. Este tipo de lavas tan fluidas no forman domos sino que simplemente fluyen ladera abajo canalizándose en los cauces de los valles y tubos volcánicos, de los que han sido recientemente descritos algunos (LROC). Estos dos regímenes de efusión de lavas -uno de lavas muy viscosas y otro de lavas muy fluidas- no son afines y por ello se ha propuesto que su sucesión en el tiempo.
Tras las primeras erupciones de lavas con abundantes gases que generaron los grandes depósitos de piroclastos, se produciría posteriormente la erupción de lavas viscosas. Estas lavas viscosas serían probablemente contemporáneas con las lavas basálticas que rellenaron la cuenca de Oceanus Procellarum.
Recientemente, se ha propuesto que en uno de lo últimos eventos eruptivos de esta región, en un momento muy posterior, se habría producido la efusión de lavas fluidas ricas en olivino, que circularían por los espacios existentes entre los domos y producirían depósitos en la meseta, así como los externos a la meseta e incluso fluirían en el fondo del cráter de impacto Marius (JGR; Besse et al., 2010.). En cualquier caso, la cantidad de lavas depositadas en esta región ha creado una meseta que se eleva entre 120m y más de 1km sobre las llanuras basálticas de Oceanus Procellarum que la rodean (LPOD, LROC).
Recientemente se ha propuesto que el complejo de Marius es de edad Copernicana, mucho mas reciente de lo se se pensaba (JES 2011). Los basaltos locales tienen una edad comprendida entre 1,4 y 1,1 Ga. También hay lavas más jovenes, depositadas en episodios posterioes, de hasta 700 millones de años lo que sugiere que el complejo de Marius se generó como consecuencia de un penacho del manto.
Rima Marius es un valle volcánico que tiene su origen en un cratercillo o depresión circular cercana al cráter de impacto Marius C. Tiene un recorrido sinuoso de casi 300 km en el que describe amplios arcos. Es un valle estrecho, de apenas 500m, pero lo curioso es que, a pesar de esa pequeña anchura, es visible al telescopio. Las llanuras en las que se encuetra este valle están formadas por regolito maduro, oscurecido, mientras que los taludes, formados por materiales frescos, presentan un albedo más alto (LROC). Seguramente ese contrate de color hace que, para sus dimensiones, sea relativamente fácil de observar al telescopio.
Para observar el complejo volcánico de Marius -como sucede con cualquier estrutura topográfica de bajo relieve- es mejor hacerlo en momentos en los que el terminador esté cercano. Así, los edificios volcánicos arrojarán sombras que ayudarán a localizarlos y a apreciar las diferencias de sus cotas e incluso a adivinar la silueta de domos inviduales. Con la iluminación favorable, la región resulta conspicua pues resalta de su entorno por su característica textura granulada "en piel de naranja". Recordemos que los domos de Marius carecen de chimenea, no las busqueis.
Por otro lado, los detalles de albedo como los mantos de ceniza oscura (piroclastos), las diferentes fases de coladas o incluso el remolino de Reiner Gamma serán mejor apreciados cuando la topografía no proyecte sombras.
Retos: la observación de canales de lava.
Celestron C11 DMK31AF03.AS, Filtro Astronomik Planet Pro 742
Celestron C8 DMK31AF03.AS, Filtro Astronomik Planet Pro 742
Simon Mayer, latinizado como Marius, 1573-1624, astrónomo alemán. Parece ser que descubrió los satélites de Júpiter unos días antes que Galileo. En 1935, la IAU dió su nombre al cráter Marius. A su vez, el cráter da el nombre informal al complejo volcánico de Marius (Marius Hills)
1 Mayo 2012. Patricio Domínguez Alonso
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