Los cielos nocturnos son una fuente inagotable de
imágenes asombrosas. La contemplación de
estos mundos nos muestra que nuestro planeta
es sólo un ínfimo, aunque bello y complejo,
engranaje de esta inmensa maquinaria maravillosa.
¿Cuántos seres habitarán sobre esas lejanas
galaxias?
¿Cuántos ojos nos miraran haciéndose las mismas
preguntas que nosostros?