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ASTRONOMÍA MESOPOTÁMICA
Daniel Marín Arcones |
Los Sumerios fueron, junto con los antiguos egipcios, los fundadores de las primeras civilizaciones. Su cultura tuvo su apogeo en el tercer milenio a.C.. Entre otras cosas, a ellos les debemos la rueda, el carro o la escritura (también a los egipcios, pues no está claro que cultura la desarrolló primero). De todas formas es más adecuado hablar de cultura sumerio-acadia, pues los acadios fueron ya en tiempos históricos un porcentaje importante de la población que con el tiempo sería mayoritario. Determinar sus conocimientos astronómicos es más complicado debido a la escasez y fragmentación de las fuentes que han sobrevivido. Destaca la mención en un texto de gramática que data del 2500 a. C. de Mul-Mul (en sumerio, “las estrellas”), refiriéndose a las Pléyades. Es el nombre más antiguo que conocemos para designar a un astro.
Mul-Mul, las Pléyades, en caracteres cuneiformes tardíos
La cultura y civilización sumeria fueron progresivamente asimiladas por pueblos semitas que vivían en la zona (acadios primero, más tarde amorritas, cananeos, arameos, caldeos…), como resultado, casi todas las fuentes sobre los conocimientos astronómicos mesopotámicos son semitas, con lo que resulta complicado averiguar qué datos son estrictamente sumerios, y cuáles fueron añadidos por pueblos posteriores. Pese a esto, los nombres de estrellas y constelaciones que aparecerán en épocas posteriores serán sumerios, lo que puede indicar un origen de tales constelaciones en esta época, aunque es difícil asegurarlo, pues el sumerio se siguió usando como lengua sagrada siglos después de haber desaparecido como lenguaje hablado.
Del periodo acadio (2350-2150 a.C. aprox.), y la primera época de Babilonia (1950-1500 a.C. aprox.) nos han llegado numerosos cilindros sellos con representaciones de lo que parecen ser muchas de las constelaciones clásicas (Águila, Acuario, Tauro, Leo…), cada una representando a un dios. Algunos de estos cilindros son sumerios y se remontan a épocas anteriores, aunque otros datan del “renacimiento sumerio” correspondiente a la III Dinastía de Ur (2050-1950 a.C. aprox.), tras la caída de Acad, con lo que no sabemos si están influenciados por el periodo acadio. Paradójicamente, muchas de las representaciones más antiguas de estas figuras no provienen de Sumer, sino de Elam, nación rival de la primera. En estos sellos podemos ver a muchos dioses representados tal y como serán representadas las constelaciones posteriores. Abundan las figuras de leones, toros, escorpiones y otras figuras mitológicas que serán asociadas posteriormente a las constelaciones. Naturalmente, todavía hoy se discute si estas figuras divinas que aparecen en estos sellos representan o no constelaciones, o en qué medida.
Cilindro-sello sumerio que aparentemente representa constelaciones zodiacales: de izquierda a derecha, Urgula, Pabilsag, Anunitu, Shamash/Utu (con un cuchillo en la mano), Simmah (la Golondrina), Ea/Enki y su ministro, Isimud.
Durante el periodo babilónico antiguo (1830 - 1530 a.C. aprox.) destacamos el texto "Oración a los dioses de la noche". Se trata de un texto en acadio donde se mencionan 17 "estrellas" para su uso con técnicas adivinatorias. No es un texto astronómico, pero el orden de los dioses o "estrellas" es casi el mismo que aparecerá posteriormente en las tablas Mul-Apin.
Del periodo Cassita (1530-1160 a.C.), llamado así por la tribu de invasores procedentes de Irán que invadió Babilonia, tras su destrucción (alrededor del 1600 a.C.) por el rey hitita Murshil I, y que asimilaron su cultura, procede gran parte de textos que nos hablan del saber astronómico de la época. Uno de los textos más famosos que se pueden remontar a esta época son los conocidos como Enuma Anu Enlil (Cuando An y Enlil…: Anu o An, Enlil y Ea eran los tres dioses sumerios más importantes. Ver el apéndice). Los Enuma Anu fueron encontrados en setenta tablillas de la biblioteca de Nínive, del rey asirio Asurbanipal (668-626 a.C.), aunque parece que fueron redactados bajo el rey babilonio Nabucodonosor I (1124-1103 a.C.). En los Enuma Anu encontramos más de 7000 observaciones de fenómenos celestes (salidas de estrellas, conjunciones planetarias, meteorología…), que se sumaron al corpus de conocimientos astronómicos babilonio anterior a la época cassita, como las Tablas de Venus redactadas bajo Ammi-saduqa (1646-1626 a.C. aprox., uno de los sucesores de Hammurabi), donde se recogían varias salidas y puestas heliacas de Venus, así como varios eclipses de Sol, que se han usado para fechar el reinado de Hammurabi, y en relación con éste, el de la mayor parte de eventos en la Mesopotamia del segundo y tercer milenio a.C. Es conveniente no confundir el Enuma Anu con el Enuma Elish (Cuando en lo alto…), el poema de la creación del mundo que se reúne en siete tablillas (unas mil líneas) encontradas en Nínive, Asur, Kish y Sultantepe.
En este periodo (1350-1100 a.C., principalmente) hacen su aparición las primeras representaciones clásicas de constelaciones, especialmente en los kudurrus (kudurreti en plural acadio, que significa “límite”, “frontera” o “territorio”). Un kudurru es una estela con valor de acta referida a donaciones de terrenos e inmuebles en beneficio de una comunidad o personaje importante. En estas estelas se representan los dioses mesopotámicos (semitizados) bajo símbolos propios de cada uno garantizando la validez del documento. Estos símbolos introducidos durante esta época permiten una identificación directa de cada dios, incluso por parte del pueblo, la mayor parte analfabeto. En algunos de estos kudurrus los símbolos de los dioses aparecen distribuidos aparentemente siguiendo la distribución de las constelaciones en el cielo. En estos kudurrus podemos ver algunas de las representaciones más antiguas confirmadas de las constelaciones, como Águila, Hidra, Escorpio, Tauro, Triángulo, Leo, Sagitario, Capricornio o Acuario. En concreto, se puede decir que seis de las constelaciones zodiacales clásicas tal y como las conocemos, provienen claramente de este periodo (aunque su origen es seguramente muy anterior): Tauro, Leo, Escorpio, Sagitario, Capricornio y Acuario. Como resultado, los arqueoastrónomos han credo una verdadera disciplina, la “kudurrrología”, intentando descifrar cada símbolo que aparece en estos monumentos. Naturalmente, es preciso destacar que las interpretaciones basadas en kudurrus, por no hablar de las basadas en los cilindros sellos, son muy subjetivas, y varían enormemente de un autor a otro.
Kudurru donde se ven los distintos símbolos que representan a dioses mesopotámicos
Es en esta época, además, cuando se describen por primera vez las distintas estrellas asociadas a cada mes, así como las divisiones de la bóveda celeste: el norte para Enlil, la región comprendida entre los trópicos (el trópico de Cáncer sería el sendero de Enlil y el de Capricornio, el de Ea) para An, y la parte inferior para Ea. A cada división celeste le correspondería una división geográfica: Enlil con Acad, An con Elam y Ea con Amurru. En estas listas aparecen menciones posibles a varias constelaciones zodiacales. En el Enuma Elish ya se habla de relacionar tres estrellas o astros de cada una de estas zonas con un mes determinado.
Bajo este nombre se conocen varias listas de estrellas que asignan tres astros a cada mes del año, uno por cada región celeste. Por este motivo se conocen también como textos "Tres estrellas cada uno". Aunque estas listas no son ni precisas ni exhaustivas, son la primera evidencia directa de un conocimiento astronómico desarrollado en Mesopotamia. También son la referencia directa más antigua de muchas constelaciones actuales. Hay muchos indicios que señalan como fecha más temprana de redacción de estos astrolabios el siglo XII a.C.
(ver más)
Los astrónomos babilonios se vieron obligados a realzar el papel de Marduk, el dios supremo de Babilonia, en la astronomía heredada de los sumerios y acadios, por lo que denominaron estaciones de Marduk (o de Júpiter, pues éste era el planeta que se identificaba con el dios) a los equinoccios, como podemos ver en el siguiente texto (según Belmonte):
Él
construyó las estaciones para los grandes dioses,
fijando
a sus iguales astrales como constelaciones.
Él
determinó el año por el nombre de las regiones:
él
designó tres astros para cada uno de los doce meses.
Tras
definir los días del año por las figuras celestes,
él
estableció las estaciones de Júpiter para determinar sus bandas.
A
su lado estableció las estaciones de Enlil y Ea.
Las bandas son la eclíptica y el ecuador celeste, también denominado
Camino de An.
Durante el periodo asirio (883-612 a.C. aprox.) se redactan las famosas tablillas Mul-Apin,“estrella arado”: se llaman así por comenzar con el nombre de esta constelación, equivalente a nuestro Triángulo. La más antigua es del 687 a.C., aunque fueron compuestas con seguridad alrededor del año 1000 a.C.. dichas tablas incluyen entre otras cosas:
Catálogo de estrellas: 33 estrellas de Enlil,
23 de An y 15 de Ea. Se incluyen asterismos, constelaciones y planetas.
Fechas de salidas heliacas: los cálculos de estas fechas sugieren una redacción que se remonta a finales del II milenio a.C., ya que según la precesión de los equinoccios estas fechas habrían sido distintas para el periodo neo-asirio.
Pares de constelaciones (mientras una sale,
otra se pone).
Intervalos de tiempos entre salidas heliacas.
Pares de constelaciones que se hallan al
mismo tiempo en el cénit y en el horizonte, de
acuerdo,
según cálculos modernos, para el año 1000 a.C. (latitud
36º N, la correspondiente a Assur, la capital del Imperio Asirio).
El
"camino de la Luna", es decir, el zodiaco.
Planetas y sus ciclos.
Las tablas Mul-Apin.
De este periodo también se han encontrado calendarios estelares y "mapas" de estrellas o astrolabios con referencia a las constelaciones Mul-Apin. En concreto destaca el planisferio encontrado en la capital asiria Nínive, bajo el reinado del rey Asurbanipal (668-626 a.C.), aunque existen evidencias que indican que algunos calendarios estelares podrían remontarse, al menos en parte, al 2000 a.C.
Planisferio asirio (siglo VII a.C.) con diversas constelaciones, actualmente en el British Museum
Todo este compendio de conocimientos no sería igualado hasta Ptolomeo,
por lo que está claro que tuvo que jugar un papel fundamental en el origen de
las constelaciones clásicas
griegas.
El
Camino de la Luna
(representada por el dios Sin) es la eclíptica:
el recorrido aparente de la Luna y el Sol en el cielo
y es muy importante para nosotros, pues se puede decir que el
zodiaco
tal y como lo conocemos (salvo
quizás
un
par de constelaciones), tuvo su origen en Mesopotamia.
El zodiaco (del griego kyklos zoidion, κυκλος ζοιδιον, el “círculo de
animalitos”) que aparece en las tablas
Mul-Apin
contiene 17/18 constelaciones con nombre sumerio (salvo
dos) y es el siguiente:
Nombre sumerio (acadio) | Traducción (sumeria) | Traducción acadia | Divinidad asociada | Constelación actual |
1 Mul-Mul (zappu) |
Las Estrellas |
Crin, melena | Enlil |
Pléyades |
2 mul Gu4-an-na |
El Toro Celeste (de An) |
La quijada del toro | Adad / Ishkur |
Tauro |
3 mul Sipa-zi-an-na |
El Verdadero Pastor Celeste (de An) |
Papsukkal |
Orión |
|
4 mul
Šu-gi |
El Antepasado, el Viejo |
Enmesharra |
Perseo |
|
5 mul Gam / mul Zubi |
La Azada, el Bastón, el Báculo |
Gamlum |
parte de Auriga |
|
6 mul Maš-tab-ba-gal-gal |
Los Grandes Gemelos |
Lugalgirra y Meslamtea |
Géminis |
|
7 mul Al-lul |
El Cangrejo |
Anu / An |
Cáncer |
|
8 mul Ur-Gu-la |
El León |
Latarak |
Leo |
|
9 mul Ab-sin2 |
El Surco de la Siembra |
Espiga | Shala |
Spica (Virgo) |
10 mul Zi-ba-ni-tu4 |
La Balanza |
La Balanza | Shamash / Utu |
Libra |
11 mul Gir2-tab |
El Escorpión |
Ishhara |
Escorpio |
|
12 mul Pa-bil-sag / |
El “Flechador”, Arquero |
Pabilsag |
Sagitario |
|
13 mul Suhur-mash |
La Cabra-Pez |
Ea / Enki |
Capricornio |
|
14 mul Gu-la |
El Grande, el Gigante |
Ea / Enki |
Acuario |
|
15 mul Sim-mah |
(Las colas de) la Golondrina, la Gran Golondrina |
ε, ζ y θ Pegasi,α Equulei y parte oeste de Piscis |
||
16 mul A-nu-ni-tu4 | La Dama del Cielo | Anunitu | parte de Piscis y el Pez oriental | |
17 mul Lu2-hun-ga |
El Jornalero, Aparcero, Campesino |
Dumuzi |
Aries |
La discusión sobre si son 17 o 18 las constelaciones zodiacales se debe a que en las tablas aparece delante de las constelaciones Sim-mah y Anunitu la palabra kunmeš (o Zibatti-meš), "las colas". Aunque algunos autores consideran que se trata de una constelación zodiacal adicional, la mayoría piensa actualmente que esta palabra se incluyó para indicar que las siguientes dos constelaciones sólo estaban en parte dentro de la banda zodiacal. De todas formas, en versiones posteriores sí aparece claramente esta constelación, que se convertiría en Pisces.
Cilindro-sello sumerio que aparentemente representa constelaciones zodiacales: de izquierda a derecha, Urgula, Pabilsag, Anunitu, Shamash/Utu (con un cuchillo en la mano), Simmah (la Golondrina), Ea/Enki y Luhunga.
Posteriormente, bajo el reinado del caldeo Nabucodonosor II de
Babilonia (604-562 a.C.), las 18 constelaciones zodiacales se redujeron a 12
para igualar el número de constelaciones al de meses (entendiendo aquí mes como
lunación), con lo que cada mes lleva asociada una constelación. Las 12
constelaciones, asociadas a cada mes, son las siguientes:
Mes, signo zodiacal
|
Traducción |
Constelación actual
|
Nisannu |
El Aparcero,
Jornalero (Luhunga) |
Aries |
Ajaru |
(Gudanna) |
Tauro + Pléyades |
Simanu |
El
Pastor
Celeste y los
Gemelos |
Orión + Gémini |
Du’uzu / Tamuzu |
El Cangrejo (Allul) |
Cáncer |
Abu |
El León (Urgula) |
Leo |
Ululu |
La Espiga (Absin) |
Virgo |
Tashritu |
La Balanza (Zibanitum) |
Libra |
Arashamna |
El Escorpión (Girtab) |
Escorpio |
Kislimu |
(Pabilsag) |
Sagitario |
Tabetu |
La Cabra-Pez (Suhurmash) |
Capricornio |
Shabatu |
El Grande (Ea) |
Acuario |
Addaru |
El campo (Iku) y las colas de pez |
Parte de Pisces |
Hay que destacar que el año nuevo empezaba en el equinoccio de primavera, por lo que el primer mes, Nisannu, equivalía a la segunda mitad de marzo y la primera de abril, aproximadamente. Como vemos, en este zodiaco babilónico han desaparecido cuatro constelaciones del camino de la Luna de la época asiria y aparece una nueva, Iku (“El campo”, el Cuadrado de Pegaso), que también aparecía en las tablas Mul-Apin.
Debemos señalar que existe todavía controversia sobre la fecha de aparición de este zodiaco de doce constelaciones, ya que aparentemente en Mesopotamia se siguieron usando las otras constelaciones del Camino de la Luna hasta fecha bastante tardía (quizás hasta inicios del primer milenio d.C.). Esto puede indicar una separación, como ya hemos indicado, entre las constelaciones propiamente dichas y los signos zodiacales (divisiones de la eclíptica).
Grabado del periodo seléucida (siglo II a.C.) donde podemos ver, de izquierda a derecha,
las siete estrellas representando las Pléyades (la inscripción cuneiforme en medio se lee Mul-Mul),
la Luna y el Toro Celeste, Gudanna.
Más adelante, en el siglo V a.C., hará su aparición un zodiaco ligeramente modificado respecto al anterior, sin Orión y el Cuadrado de Pegaso. Destaca la utilización de abreviaturas para referirse a cada signo/constelación.
signo zodiacal (nombre alternativo) |
Traducción |
Constelación actual
|
1 mul Lu2-hun-ga2 (mul Lu2) |
El Aparcero, Jornalero |
Aries |
2 Mul-Mul (Mul2-Mul2) |
Las estrellas |
Tauro + Pléyades |
3 mul Maš-tab-ba-gal-gal (mul Maš-maš) |
Los
Grandes
Gemelos |
Gémini |
4 mul Al-lu5 (mul Alla) |
El Cangrejo |
Cáncer |
5 mul Ur-gu-la (mul Ur) |
El León |
Leo |
6 mul Ab-sin2 |
La Espiga, el surco de la siembra |
Virgo |
7 mul giš Erin2 (mul Zi-ba-nu / Zi) |
La Balanza |
Libra |
8 mul Gir2-tab (mul Gir2) |
El Escorpión |
Escorpio |
9 mul Pa-bil-sag (mul Pa) |
(Pabilsag) |
Sagitario |
10 mul Sudur-maš2 ku (mul Maš2) |
La Cabra-Pez |
Capricornio |
11 mul Gu-la (mul Gu) |
El Grande |
Acuario |
12 mul Kun meš (mul Kun) |
Las Colas |
Piscis |
Otras versiones incluyen mul Gu4-an-na (mul Gu4), el "Toro Celeste", en vez de Mul-Mul para Tauro.
Este zodiaco será el que se incorporará a la cultura griega y llegará hasta nuestros días. Para su elaboración, los astrónomos mesopotámicos se basaron exclusivamente en los signos, lo cual nos indica que la astronomía de la época ya había alcanzado la madurez suficiente para usar coordenadas de posición en la bóveda celeste basadas en la eclíptica. Por lo tanto, con la aparición de este zodiaco, también haría su aparición la astrología, tal y como la conocemos en día. El primer horóscopo personalizado, basado en las constelaciones zodiacales babilonias (sin Aries) data del 409 a.C. Tras Alejandro Magno, esta práctica se extendería por todo el mundo helenístico primero, y por el romano después.
Sin embargo, basta un vistazo a la tabla anterior para comprobar que algunas constelaciones zodiacales no aparecen, como es el caso de Aries, ya que en su lugar figura el Aparcero. Otras discrepancias son las colas en vez de los peces y la Espiga en vez de Virgo. El origen de estas incongruencias es todavía objeto de debate hoy en día.
A parte de las tablas Mul-Apin y los astrolabios, son numerosos los textos de carácter astronómico que han llegado hasta nuestros días. Entre éstos podemos destacar los textos sobre estrellas Ziqpu. Así se llamaban aquellas estrellas que se encontraban en el meridiano del observador local cuando salían por el horizonte un asterismo o estrella determinados. Además de las listas de Ziqpu que aparecen en las tablas Mul-Apin, podemos encontrar numerosos textos posteriores que aportan información adicional, como la distancia relativa entre estrellas en el cielo. Merece la pena destacar el texto AO 6478 copiado en Uruk en el 200 a.C.
Otra fuente de información sobre las constelaciones antiguas de vital importancia es el llamado Texto GU (tablilla BM 78161, en el British Museum), compuesto entre los siglos VII y V a.C. en Babilonia, que podemos clasificarlo como el equivalente mesopotámico del Almagesto de Ptolomeo. Efectivamente, en esta obra se detallan las diferentes estrellas que componen las constelaciones haciendo referencia a su forma en el cielo. El nombre del texto hace referencia a las veinte secciones que componen la obra y que acaban con la palabra GU, "cuerda", la unidad de medida usada en las observaciones. Gracias a esta obra podemos saber que muchas de las constelaciones mesopotámicas pasaron a los griegos, aunque éstos no conservaron su nombre.
LEGADO DE LA ASTRONOMÍA MESOPOTÁMICA
A parte de las constelaciones zodiacales, en las tablas Mul-Apin, en el Texto GU y en los astrolabios aparecen recogidas por primera vez otras constelaciones que pasarían directamente a la cultura griega:
Constelación Mul-Apin
|
Traducción |
Constelación actual
|
mul Mar-gid-da |
El Carro |
|
mul Mar-gid-an-na |
El Carro Celeste (de An) |
|
mul d Mush |
La Serpiente |
|
mul Uga |
El Cuervo |
|
mul
Ti8 |
El Águila |
Aquila |
mul Ur-idim | El Perro Loco | Lupus |
mul Sipa-zi-an-na | El Verdadero Pastor Celeste | Orión |
mul Ku6 |
El Pez |
Pez Austral |
Otras muchas, como Hércules o Perseo, tienen también probablemente un origen mesopotámico, pues aparecen en las tablas identificados con figuras humanas, al igual que en la mitología griega. La asociación del mito de Orión como divinidad relacionada con la diosa de la caza con la figura mesopotámica del Pastor Celeste es bastante directa. En el caso de Hércules, debemos recordar que los griegos no tenían ningún mito asociado a esta constelación en un principio, ya que para Arato era simplemente "el arrodillado".
Si comparamos la descripción detallada de las constelaciones griegas aportada por Hiparco en sus Comentarios con la de las constelaciones mesopotámicas que aparecen en el Texto GU y otras fuentes, es inevitable concluir una estrecha relación entre ambas culturas astronómicas, no sólo a nivel de constelaciones, sino en general. Esta influencia de la astronomía mesopotámica sobre la griega quizás se remonte a incluso hasta los tiempos de Homero. Hasta hace poco se pensaba que este autor nos había transmitido el conocimiento astronómico griego autóctono más temprano y sin embargo muchos autores sugieren hoy una relación entre las referencias astrales de sus obras y las tablas Mul-Apin.
La influencia de la astronomía mesopotámica no seguiría solamente el camino hacia occidente, sino que se haría notar en el este, en concreto en la India, donde la lista local de 28 constelaciones o zonas zodiacales, los llamados nakshatras, parecen haber sido influidos claramente por la lista Mul-Apin. Éstos a su vez influyeron en la división del zodiaco por parte de los árabes pre-islámicos en 28 segmentos o casas llamados Manazil Al-Qamar (las Casas de la Luna).
ATLAS DE CONSTELACIONES MESOPOTÁMICAS
©2000-2004 AAGC